Rutas



Ruta celtíbera

Comenzamos en el Yacimiento de Tiermes, conocido como "la Pompeya española" y, sin duda,el más bello de los yacimientos celtíberos sorianos. La roca arenisca tiñe el paisaje de un rojo profundo que restalla al contacto con el verde nuevo del rebollo. Tras la visita, el paseo en busca de las buitreras e incisiones neolíticas es obligado. A pocos kilómetros nos encontramos con un pueblo, dicen que “maldito”, que concentra  mucho arte medieval e importante historia, de una belleza muy profunda y casi despoblado, sólo dos bravos habitantes: Caracena. Para acabar el día, ascendemos a la colina de Uxama para ver un atardecer inolvidable.


Al día siguiente el Museo Numantino nos servirá para profundizar en la cultura celtíbera y disfrutar más de nuestra visita a Numancia. Por la tarde subimos hasta los cerros pelados para conocer la cultura castrense en el encantador Acebal de Garagüeta y, dependiendo del tiempo que dispongamos, visitamos las famosas pinturas neolíticas del monte Valonsadero en un entorno natural que no desmerece lo visto hasta ahora y donde nos imaginamos por igual los ritos festivos de hace 5000 años que los de los sanjuanes de la actualidad.


Ruta Machadiana

Fue en el cerro del Mirón donde probablemente Machado escribió “Al Olmo Seco” y donde nosotros debemos comenzamos nuestra ruta, junto al Duero, y concediendo unos instantes a la tristeza. En las ruinas del Monasterio de San Juan de Duero Becquer escribió “El Monte de las Ánimas” mezclando historias de fantasmas con monjes guerreros y con amores apasionados que llevan a la perdición. Para recuperarnos del susto, abandonamos el arte de las cruzadas y paseamos río abajo por el camino de San Saturio que nos devolverá a los arrebatos místicos ocasionados por la belleza del lugar junto con los versos de Machado. La tradición y la leyenda, lo profundo y lo jocoso nos esperan en la interesantísima ermita de San Saturio.
Ya en la ciudad, iremos a ver el aula  melancólica  donde Machado enseñaba francés a sus alumnos, y que conserva  el Instituto que lleva su nombre, no sin atender antes también, a los secretos de la portada de la cercana iglesia de Santo Domingo. Pasando por el Palacio de los Condes de Gómara y por la plaza Mayor nos acercamos al Casino donde está el museo de los poetas o nos desviamos al Espino donde, ella, Leonor, tiene su tierra. De modo que acabamos como empezamos, tristes pero llenos de amor y poesía.
Por la tarde, podemos tomar la carretera de Burgos como hizo Machado para beber en las fuentes del Duero y conocer las tierras y paisajes que inspiraron “La Leyenda de  Alvar Gonzalez”, y llegarnos hasta el paisaje glaciar de la Laguna Negra, que es como la maldad del hombre, que no tiene fondo. Como nosotros si tenemos fondo, lo buscamos en algún buen rincón de Vinuesa.

Ruta de la frontera

El lugar que concentra mayor carga histórica en toda la provincia es el Castillo fortaleza de Gormaz, el lugar en donde el Duero, que atraviesa el corazón de roble de Castilla, ha sido más frontera es el Castillo de Gormaz, el lugar desde donde se ven los atardeceres más espectaculares es el Castillo de Gormaz. Entonces, ¿Por qué la gente no va a más a Gormaz? A los pies del cerro del Castillo, la iglesia mozárabe de San Miguel, con las pinturas de la batalla entre los ejércitos del bien y del mal.
Río arriba nos llegamos hasta Berlanga. Estampa más castellana no se puede hallar. La silueta es un castillo abaluartado sobre un cerro pelado y una inmensa Colegiata que sobresale desmesuradamente de entre las casas, rodeada de plaza y calles porticadas. Y además se come muy bien.
Remontamos el río Escalote hasta la joya más preciada de todas: La ermita mozárabe de San Baudelio. Un oasis espiritual en mitad del páramo desierto. Si de lo que se trata es de expresar una idea con la materia entonces esta pequeña construcción es perfecta.
Desde la Atalaya de Rello el paisaje desnudo nos sobrecoge. Y sobrecogidos continuamos  al contemplar los restos del imponente conjunto amurallado  del  pueblo de Rello.
Contando más días seguiríamos por el páramo persiguiendo atalayas tras Almanzor hasta llegar a Medinaceli. O bien ésta será otra ruta.

Ruta del Alto Jalón

Aquí donde comenzamos nuestra ruta, en un espacio tan reducido, hay aguas que vierten al Ebro, otras al Duero y otras al Tajo. Es un lugar especial, dicen que aquí comenzó el Neolítico en la Península. Aquí se elaboró la primera cerveza desde luego. Comenzamos en el yacimiento de Ambrona  para ver los restos de Elefantes prehistóricos “in situ” y nos acercamos a un lugar verdaderamente misterioso: la ermita-cueva de Conquezuela.
Llegamos a Medinaceli siguiendo los cerros que con sus atalayas lo mantenían comunicado con el Castillo de Gormaz. El paisaje desde el  Arco romano explica también la razón de ser de éste. La Colegiata nos habla del poder de los Duques más que su palacio en la plaza.
No muchos  kilómetros río abajo nos encontraremos con el Monasterio de Santa María de Huerta. Ninguno de los del cister en toda Europa iguala a este en la belleza de su refectorio y cocina. Pocos lugares como éste para recordar las cruzadas. Sus monjes nos reciben siempre calurosamente y nosotros nunca dejamos de comprar sus mermeladas y su dulce de membrillo.


Ruta Burgo de Osma-Cañon del río Lobos

Entramos en el Burgo de Osma por el puente sobre el río Ucero para tener toda la perspectiva histórica desde los  celtíberos de Uxama hasta el barroco de la “Giralda” castellana. La Catedral del Burgo posee la mayor concentración de arte en la provincia. Ni aunque me lo pidáis os lo enseñaré todo. A mí me conmueve el Cristo de los milagros y encuentro interesantísima la sala Capitular con el sepulcro de San Pedro de Osma.  La calle Mayor saciará nuestros deseos gastronómicos.
El paseo por el Cañon del río Lobos hasta la ermita de San Bartolome es una epifanía para los sentidos y después de comer nos sentará de maravilla. El lugar es, como dice el tópico, único. El buitre en su planear nos dice la tarde serena.